Mientras que algunos denunciaban que ya les exigían documentos en su trabajo, otros mantenían la resistencia.

Aunque todavía no ha sido promulgada como ley, la HB87 ya comenzó a tener efectos. Y mientras que algunos inmigrantes se organizan para aguantar lo que pudiera venir, a otros se les comienzan a “cerrar las puertas”, como lo esperaba el representante estatal Matt Ramsey, autor del proyecto.

El mexicano Luis A., quien desde hace tres años labora para una compañía de pintura del área de Atlanta, aseguró a MundoHispánico que está a punto de quedarse sin trabajo.

La semana pasada, su supervisor le dijo que tenía hasta el 30 de mayo para llevar un Seguro Social “bueno” junto con su ‘green card’ o permiso de trabajo o de lo contrario será cesado del puesto. Él no podrá presentar nada, pues es indocumentado.

Para entrar a trabajar ahí, Luis usó su número de Tax Id que el Gobierno federal le proporcionó cuando vino a Estados Unidos hace una década y que le sirve para declarar impuestos.

Según él, no es el único al que le dieron esa “amarga” noticia. Al menos ocho de sus 25 compañeros también fueron confrontados por el jefe por no tener sus papeles en regla.

“Y todavía faltan más, porque casi todos los pintores somos ‘ilegales’”, explicó. “A los güeros no les gusta este tipo de trabajo porque es muy pesado”.

Consciente de que sus días en la compañía podrían estar contados, Luis ahora está buscando otras alternativas para ganarse la vida.

De acuerdo con el joven, la acción del patrón al parecer no fue su capricho, ya que él les dijo que solo sigue órdenes de sus superiores, quienes decidieron verificar los documentos de todos los obreros antes que entre en vigor la HB87.

Por escrito

Pero los jefes de Luis no son los únicos que han comenzado a tomar medidas ante la posible entrada en vigor de la HB87. Una mujer de Chamblee, quien lleva años limpiando unas oficinas gubernamentales en Atlanta como trabajadora de una empresa subcontratista, es también una de las afectadas.

La señora, que pidió el anonimato por miedo a represalias, le presentó a MundoHispánico una carta que le entregó su supervisora en la que le piden prueba de su estatus migratorio para no perder su trabajo.

En la misiva no se leen las razones de la medida, pero según la fuente, verbalmente le informaron que era por la “Ley HB87”, la cual ni siquiera ha entrado en efecto.

Al ser indocumentada, esta madre soltera vive en la incertidumbre al no saber cómo hará para mantener su hogar. “Me preocupan mis hijos, porque los gastos nunca se acaban”, afirmó.

A esta mujer mexicana le dieron también 30 días para presentar sus papeles y fue removida de su posición y asignada a limpiar otra oficina.

Por el momento también capacita a personas que sí tienen su documentación en regla, lo que la hace pensar que una de ellas se quedará con su puesto. Sin embargo, ante la necesidad de obtener ingresos, le hace frente a esta situación.

De ser firmada por el gobernador Nathan Deal (lo que no había ocurrido hasta el cierre de esta edición), la HB87 exigiría a las empresas con más de 10 trabajadores implementar el E-Verify, un programa del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) con el que pueden verificar el estatus migratorio de sus empleados.

El proyecto concedería, además, potestad de actuar como agentes de inmigración a los policías locales, penalizaría a quienes ayuden a los indocumentados y al que utilice documentos falsos para obtener un empleo, entre otras cosas.

Fe y cartas

A pesar de que ya circulan rumores de hispanos que decidieron abandonar el estado para no sufrir los embates de la HB87, hay quienes aseguran “no se rendirán”.

Muchos cristianos están entre ellos. Consultados por este medio, decenas de creyentes de diversas iglesias locales aseguraron que, aunque sienten cierto temor, no se regresarán a sus países ni se mudarán a otros estados porque “confían en Dios”.

“Todo pasa porque Dios lo permite y con un propósito”, sostuvo David Aguilar, un feligrés salvadoreño de Norcross. “Si es la voluntad de Dios, que me deporten, pues me tocará donde quiera que yo esté, y si me quiere dejar aquí, así venga en mi contra el mismo Hitler, nada me pasará”.

Varios líderes evangélicos confirmaron que este sentir es común en sus iglesias y ellos lo aprueban.

“La persecución está anunciada en las Sagradas Escrituras”, comentó Antonio Mansogo, presidente de una agrupación local de pastores, quien prepara una vigilia de oración ante esta medida. “No tenemos que huir de ella, debemos agarrarnos de nuestro Dios en oración y esperar justicia de su parte”.

El empresario y político Sam Zamarripa, por su parte, le entregó el lunes al gobernador Deal una carta donde le explica su preocupación por el “impacto negativo” que la HB87 traerá a los negocios en Georgia.

Según el ex senador estatal, la implementación de la HB87 podría afectar el paso de viajeros internacionales y visitantes. Zamarripa alega también que esta medida causaría conflictos a la policía y su defensa en las cortes consumiría mucho tiempo y dinero.

Más presión al gobernador

Los indocumentados no son los únicos que están preocupados por las repercusiones que la HB87 les acarrearía si llega a convertirse en ley.

El Buró de Visitantes y Convenciones de Atlanta declaró el viernes pasado la HB87 como una medida que “no está bienvenida” pues “dañaría” la reputación de una de las ciudades estadounidenses más amigables.

De acuerdo con la entidad, si la iniciativa es promulgada, podría ocasionarle pérdidas al estado de hasta 10 mil millones de dólares, en especial a la industria del turismo.

El buró planeaba enviarle por escrito su resolución al gobernador de Georgia, Nathan Deal, en un intento de persuadirlo para que vete el proyecto.

La semana anterior fue el Concejo de la ciudad de Atlanta el que se manifestó en contra de esta legislación. Incluso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se expresó ya en contra de la HB87.

En una entrevista con el canal local WSB-TV, el mandatario calificó como un “error” que los estados legislen sobre el tema migratorio.

A pesar de todo, el gobernador estatal ha indicado en varias ocasiones que planea firmar la HB87 a más tardar a mediados de mayo, a pesar de las amenazas de demanda de abogados y organizaciones comunitarias.

“Como uno de los que votó a favor de la HB87, espero que el gobernador Deal cumpla con su promesa de convertirla en ley”, aseguró al respecto el senador estatal Buddy Carter por medio de un comunicado de prensa.

“Reconozco que todos somos provenientes de inmigrantes y que nuestros antepasados vinieron buscando una vida mejor a esta grandiosa tierra de las oportunidades, pero es más importante reconocer que nuestra responsabilidad es cumplir la ley y la HB87 va en esa dirección”, agregó.