El presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
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Se imaginó con flequillo, como Michelle
Barack Obama se burló de sí mismo, de sus oponentes políticos y de los medios de comunicación en la cena anual de corresponsales de la Casa Blanca, un evento en que los presidentes de Estados Unidos suelen usar para lanzar duros ‘jabs’ a sus adversarios.
Bromeando con su reelección, Obama señaló que esta le ha dado la oportunidad de llevar a cabo una agenda más radical, aunque él haya envejecido en el trabajo.
“En estos días me miro en el espejo y tengo que admitir que ya no soy el socialista, musulmán, joven y fornido que solía ser”, dijo en referencia a algunos de los atributos que la franja conservadora más radical solía usar en su contra, detalló la Agencia France Press.
Luego mostró un montaje de imágenes que lo muestran con un corte de pelo con flequillo, como el que utilizó su esposa Michelle el día que se inició su segundo periodo.
Otros blancos de las bromas de Obama fueron el multimillonario Sheldon Adelson, quien gastó una fortuna para respaldar a Mitt Romney y otros candidatos republicanos en la carrera por la presidencia el año pasado; las tres principales cadenas de noticias por cable, y varios congresistas republicanos, apunta la AFP.
‘Errores de novato’
Pese a la experiencia, Obama admitió que aún comete “errores de novato” y le sorprenden muchas noticias, como la reciente “controversia sobre el viaje de Jay-Z” y su esposa Beyoncé a Cuba, y los rumores sobre si fue autorizado o no por la Casa Blanca, indica por su parte Efe.
“Es increíble. ¿Tengo 99 problemas y ese tal Jay-Z es uno?”, dijo.
Tres días después de visitar Dallas (Texas) para la inauguración de la Biblioteca Presidencial George W. Bush, donde alabó los puntos fuertes de la gestión de su predecesor, Obama no dudó en volver a las críticas.
Tras asegurar que ya está pensando en crear su propia biblioteca presidencial, mostró una foto en la que el edificio en su honor aparecía al lado del dedicado al legado de Bush, con un cartel señalándolo que reza “Culpa suya”.
Indicó además que le gustaría edificar la biblioteca en el lugar donde nació, pero ha decidido que es “mejor hacerlo en Estados Unidos”, en alusión a los críticos que sostienen que no nació en territorio norteamericano.
Recordó sus intentos de acercarse a los republicanos, y les aconsejó que, ahora que han reconocido que tienen un problema con las minorías, le tomen a él, en calidad de afroamericano, “como un ensayo” para el resto de la población, y le hagan más caso.
“Hace unos días me llevé a los senadores republicanos de cena. No fue fácil. Propuse un brindis y (la idea) no pasó del (debate en el) comité”, bromeó.
Fue también muy ácido con los medios de comunicación, especialmente con la cadena CNN, que sufrió un revés durante su cobertura de los ataques de Boston al informar erróneamente del arresto de un sospechoso.
“Admiro el compromiso de CNN de cubrir todos los lados de la noticia, por si acaso resulta que uno de ellos es preciso”, apuntó.
Tono serio
Al final del discurso, el mandatario cambió el tono para recordar los “días duros” que están pasando muchas familias en Boston y en West (Texas), donde una explosión en una planta de fertilizantes dejó 14 muertos y más de 200 heridos el pasado 18 de abril, indica Efe.
Pidió a funcionarios, periodistas y al resto de estadounidenses que aprendan de los equipos de rescate en esos dos sucesos para “hacer mejor sus trabajos, apuntar más alto” en nombre de todos los que perdieron la vida la semana pasada.
La AFP apunta que Obama elogió el papel de los medios de comunicación así como los servicios de socorro durante el reciente atentado en la maratón de Boston y la cobertura de la mortal explosión de una fábrica de fertilizantes en Texas.
La cena anual de los periodistas, que reúne a unas tres mil personas en un salón de un hotel de Washington, se ha convertido en un evento de máxima relevancia en la capital estadounidense, una ciudad que no suele ser propensa a las frivolidades de farándula.
En los últimos años, que solía ser un evento en que periodistas, editores y directivos corporativos podían compartir con altos funcionarios del gobierno, se ha transformado en un espectáculo lleno de celebridades.
Entre las estrellas avistadas este año estaba el rapero surcoreano Psy; la cantante Barbra Streisand; los actores Bradley Cooper, Michael J. Fox, Kevin Spacey y Michael Douglas, y los directores de cine Steven Spielberg y George Lucas.
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