Muchos hispanos con títulos universitarios se ven obligados a aceptar cualquier trabajo al llegar a 
este país.

Aunque se hayan esforzado para obtener una licenciatura en su país, muchos inmigrantes hispanos tienen que empezar de cero al no poder ejercer su profesión en Estados Unidos.

“Soy ‘ilegal’, por eso no puedo ejercer como profesional”, aseguró la mexicana Martha Castrejón Ávalos, quien se graduó de contadora pública en la Universidad de Querétaro.

Martha trabajaba como gerente de auditoría en Deloitte, una de las mayores empresas de servicios profesionales en el mundo. Pero su familia había emigrado a Atlanta, por lo que Castrejón decidió mudarse con ellos hace 12 años.

No obstante, por no tener un número de Seguro Social, esta madre de dos niños ahora tiene que trabajar en limpieza.

“Este es un país ajeno. Lo que uno adopta o adquiere acá es oficio, pero uno siempre va a ser profesionista”, afirmó.

Además, uno de los problemas que enfrentan los profesionales es que aunque obtenga un título de licenciatura en su país de origen, estos típicamente no sirven por sí solos en Estados Unidos.

Para que su licenciatura sea válida en Estados Unidos tiene que ser certificada por una agencia independiente.

También debe ser reconocida por una universidad, un empleador o una junta estatal o territorial, además de que la persona debe contar con una visa 
de trabajo. En algunas profesiones, como medicina, derecho o contabilidad, se necesita una licencia especial.

Pero Castrejón acepta el 
sacrificio.

“Estoy trabajando honestamente y al menos tengo más tiempo para estar con mi familia”, agregó la mexicana.

Un problema en aumento

El número de inmigrantes sobrecalificados para su trabajo en EE.UU. ha aumentado considerablemente desde 1980 y ahora excede a las personas que no se graduaron de la secundaria, de acuerdo con un estudio de Brookings Institution Metropolitan Policy.

Esta organización sin fines de lucro especializada en políticas públicas empleó para este estudio información del Censo.

“En el 2010, el 30 por ciento de los trabajadores inmigrantes tenían por lo menos una licenciatura, el 28 por ciento no se habían graduado de la secundaria y el 42 por ciento adquirieron el diploma de la secundaria”, dijo Audrey Singer, la investigadora principal del estudio.

Las ciudades que tienen el mayor número de inmigrantes con licenciatura son costeras, como San Francisco y Washington, D.C., o industriales como St. Louis, Pittsburgh, Detroit y Cleveland.

En el caso de Georgia, el estudio indica que no hay mucha diferencia en el porcentaje de inmigrantes profesionales en contraste con los demás. De los 713,333 inmigrantes que se estima residen en Atlanta, Sandy Springs y Marietta, hay un 26 por cientos que no tienen el diploma de la secundaria, 42 por ciento sí lo tienen o tienen algún tipo de educación técnica y un 32 por ciento personas obtuvieron una licenciatura.

Y a pesar de que no pueden emplear sus estudios, los inmigrantes ayudan económicamente con el crecimiento del país, independientemente de su estatus, pero no reciben suficiente atención, según Singer.

Por ello, la especialista opinó que los inmigrantes profesionales aportarían más si se les reconociera, más aun a aquellos que son indocumentados.

El estudio fue realizado para que los legisladores y los funcionarios electos que deciden las leyes de inmigración se den cuenta lo importantes que son los emigrantes, de acuerdo con Singer.

Pero al igual que Castrejón, hay muchos que optan por renunciar a sus profesiones con tal de darle una mejor vida a sus familiares. Tal es el caso de María Ruiz.

“Yo sacrifiqué mi vida profesional para darle una mejor vida a mis hijos aquí en Estados Unidos”, dijo Ruiz, originaria de México y quien dice tener una licenciatura de Lenguas Modernas de la Universidad Autónoma de Puebla.

De acuerdo con Ruiz, ella dejó su profesión de maestra para venir temporalmente a Estados Unidos para practicar su inglés, pero aquí cambió su realidad.

“Quedé embarazada cuando vine y decidí quedarme”, dijo Ruiz, quien ya tiene 11 años 
en Rome, donde trabaja en una lavandería.

La madre soltera dice que está feliz con la decisión de quedarse en este país, pero el futuro de sus hijos está por verse. “Mis niños están chiquitos todavía, pero cuando crezcan y entren a la universidad entonces veré si mi sacrificio valió la pena”, dijo Ruiz.

Por su parte, Castrejón dice que es feliz con lo que tiene y lo que puede dar, aunque no esté trabajando en su profesión,

“No importa en lo que estés trabajando, lo que vayas a hacer lo tienes que hacer con gusto”, sostuvo.


En números

De las 309 millones de personas en Estados Unidos en 2009:

38.5

millones nacieron en 
el extranjero.

46.96%

reportaron que su origen étnico es latino.

53.1%

reportaron que nacieron en América Latina/ Caribe/ México

19%

Porcentaje de inmigrantes con licenciatura en 1980

29.6%

Porcentaje de inmigrantes con licenciatura en 2010

$71,121

Promedio de lo que gana anualmente un inmigrante 
con licenciatura

$79,270

Promedio de lo que gana 
anualmente un nativo 
con licenciatura

Fuentes: Oficina del Censo, American Community Survey y Brookings Institution Metropolitan Policy